"Tengo un pacto de amor con la vida que funciona muy bien. Siempre espero un poco menos y ella me da siempre un poco más.
¡Vivir con más gusto! Tal vez esa sea la mayor recompensa de la bondad. Y aunque fuese la única, ya valdría la pena para quien al llegar al fin de la vida, mirase para atrás.
Encontraría el rastro de alegría a su alrededor.
No conozco personas verdaderamente buenas que sean infelices. Pueden reir poco, hablar poco, y hasta expresarse con dificultad, pero hay algo de especial en sus vidas que las transforma en una compañia agradable.
Quien es verdaderamente bueno atempera la vida a su alrededor".
1 comentario:
Lourdes: qué conmovedora reflexión.
Tal vez tendríamos que probar ese pacto de amor con la vida, que nos brindaría la felicidad que buscamos por otros caminos. Nos vemos mañana, si Dios quiere. Besos.
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