lunes, 21 de julio de 2008

RECESO ESCOLAR


En este tiempo de soledad del maestro, del profesor, de dedicación a su familia, de recuperar aires nuevos para llevar al aula, desearía saber el motivo por el cual tantos docentes, deseosos de este receso, han llenado las mochilas de sus alumnos con tareas y trabajos prácticos innecesarios.

En qué esquina perdieron la información, cuál fue el directivo que no les indicó que estas semanas de descanso son para los alumnos, para que se distiendan un tiempo, para que dejen la pesada mochila, para guarden el manual, el libro de lectura, la computadora y se dediquen a otra actividad que no sea escolar.

La finalidad de las vacaciones son para que ellos descansen, no para que los docentes tomen mini tours (aunque puedan hacerlo, y está bien que lo hagan, que lo hagamos), el objetivo está en hacer descansar a los estudiantes.

Todavía tenemos gente desinformada, pero qué bueno que podamos llegar a ellas y ellos con un poco de reflexión:

"Nada de lo que hagas fuera de la escuela, lejos de tus maestros, sin la guía de un buen tutor, indica que lo aprendas, que lo puedas comprender.

Si eres niño igual necesitarás de un mayor para que te guíe.

Si eres adolescente, la dispersión de la edad no te dejará valorar el trabajo que realices en soledad.

Solo si eres adulto podrás llevar a delante actividades de estudio o investigación en soledad, utilizando todo lo aprendido en los años de juventud, junto a tus maestros."

Entonces... maestro, maestra, profesor, profesora, colega, deja descansar a tus alumnos, en vacaciones, en el receso escolar, como lo hacemos nosotros, para volver con el ímptu necesario para rendir el mayor porcentaje que podamos lograr.

3 comentarios:

Silvina Carraud dijo...

Lourdes: creo que hasta nosotras nos cuesta estudiar en las vacaciones...
Espero que la estés pasando muy lindo, junto a tu flia.
Un beso grande.

Escritores de Basavilbaso dijo...

Seguro que sí, Silvina.
Espero que muchos colegas reflexionen sobre esto.

Escritores de Basavilbaso dijo...

Seguro que sí, Silvina.
Espero que muchos colegas reflexionen sobre esto.