domingo, 25 de noviembre de 2007

Fuente de reflexión constante es la lectura de bibliografía que nos lleva un paso más adelante. De esa manera caminamos seguros sobre la senda pétrea de la educación.
Aquí algunas de esas lecturas que permiten una mirada diferente al aula.

LECTURA
“Educar es un acto político” Flavia Terigi / “La miseria del mundo” Pierre Bourdieu
Lo abordado en las lecturas es lo que comúnmente es tema de debate y charlas ocasionales en todos los ámbitos de la escuela: las metas de las políticas educativas de las distintas gestiones nacionales y/o provinciales parecen divorciadas de las prácticas educativas en las instituciones escolares.
Terigi plantea concretamente las acciones llevadas a cabo para la implementación de la Ley Federal de Educación, ley que amplió la permanencia de los jóvenes en el sistema escolar obligatorio sin prever distintos problemas que inevitablemente se plantearon en los distintos distritos del territorio argentino.
Llegar a más personas, que estas permanezcan mayor cantidad de tiempo dentro del sistema educativo, no es una responsabilidad solo de las instituciones escolares, de docentes y directivos o de las familias. Es una responsabilidad del estado nacional y provincial, no solo desde el aspecto técnico – pedagógico, sino también de quienes manejan los presupuestos para infraestructura y un compromiso económico con las familias que deben “sostener” a sus hijos dentro del sistema educativo por más tiempo.
En el caso de nuestra provincia, lo técnico – pedagógico estuvo (y está) reducido a diseños curriculares, escasa preparación de docentes, directivos y supervisores; publicaciones con orientaciones y algún dinero (demasiado escaso) para viajes y elementos escolares o alimentación (becas provinciales y nacionales que nunca son destinadas al alumno sino a toda las necesidades familiares).
Si en realidad se quiere alfabetizar a más personas esto no es lo único que se debe tener en cuanta en a escuela hoy; tan preocupada por la “inclusión”, la “nivelación”, la “calidad”.
Las escuelas carecen de todo, hasta de consenso entre directivos y docentes acerca de cual es el mejor camino para recuperar a los alumnos discriminados por sus compañeros, no tenidos en cuenta por profesores, no ayudados o apoyados por sus padres.
Aquí nos parecemos mucho a la primera situación planteada por Bourdieu: se quiere tener un gran número de alumnos de todas las clases sociales pero sin los recursos humanos necesarios para que ellos puedan permanecer en el sistema. Es así que los chicos de padres sin escolarización terminan en los planes sociales para jóvenes sin poder concluir la escolaridad obligatoria en tiempo y forma, con mucha suerte lo harán en los planes reducidos (tres años en uno) en una escuela nocturna que le da pocas armas para enfrentar la socialización, escuelas que tampoco tienen recursos para darles conocimientos de tecnología o conocimientos del mundo del trabajo.
El experimento social que supone la educación debe tener la visión de quienes estamos en el aula, que a diario solicitamos la apoyatura de equipos interdisciplinarios que favorezcan las relaciones humanas (padres-hijos; docentes-padres; docentes-alumnos; docentes-docentes; etc.) para poder delimitar los roles; delinear acciones concretas, ayudas profesionales que permitan avanzar en los estudios a los alumnos, que no permanezcan en la escuela por una cuestión de comodidad de los padres o como en el caso de Malik, permanecer en un lugar donde no se quiere estar pero que en definitiva es reconfortable.
Los cambios de la Reforma podemos calificarlos como “cambios como promesa”. El modelo superador planteado como necesario para la sociedad no produjo el cambio esperado, gran parte de los alumnos no ha llegado al término de la escolaridad obligatoria o lo hacen repitiendo los últimos años del último ciclo, muchas veces con un nivel mínimo de conocimientos, sin hábitos de estudio, casi siempre obligados por la familia que cree necesaria la educación para sus hijos.
Por eso el cambio en la escuela, debe ir acompañado de fuertes consensos, una inversión sostenida en el tiempo9 y continuos ajustes de los cambios operados en ele orden nacional y provincial donde la autonomía no implique accionar desde y para las realidades regionales, sino accionar desde las investigaciones de las realidades regionales hacia la solución de los problemas educativos que se puedan presentar en distintos puntos del país.
Las condiciones para que esto suceda está muy velada por otros intereses. En la agenda de los políticos de hoy, la educación está en la última fecha. Los cambios muchas veces son parches, acciones sin relevancia que solo implican un gasto innecesario, como comparar aros para quien no tiene horadados los lóbulos.

No hay comentarios: