CRECER CON MI CIUDAD

Te arremolinas en rieles callados,
te extiendes adormecida,
te expandes...
Te vuelves joven en años viejos,
te abrazas al pasado
te actualizas...
Te dejas querer por los que vuelven,
te ríes emocionada,
te sensibilizas...
Te pareces tanto a otro tiempo
cuando buscabas crecer
y mirabas con ojos de asombro,
cuando hablabas
desde calles de barro
y silbatos de trenes
de tus miedos y deseos.
Te pareces tanto a mí,
a él, a ella...
caminado con cuidado hacia el futuro,
pero con  paso firme,
el corazón latiendo.
Con las manos húmedas
de ansiedad,
me das la mano
y me pides caminar hacia tu sueño.
Y te digo que sí,
ciudad mía,
porque me hablas dulce al oído
de mis abuelos,
de mis padres,
de mis hijos,
de mis lugares soñados y vividos,
de mis amigos, compañeros
de jornadas
de mi fe, de mi ilusión
que tanto cuido
para que se haga realidad
como tu cuerpo
que sigue cumpliendo años
en cada junio frío.
Y te digo que sí,
ciudad mía,
porque te veo simple,
porque creces humilde,
porque progresas,
porque me extrañas si me voy,
Te digo que sí
porque eres mi madre tierra.


24/06/2013