Desde la edad de 14 años, María ve cada vez más clara su vocación de servicio, su amor a Dios y su entrega por siempre. Conocí a María en las aulas, los patios , las galerías del Instituto "Cristo Rey", siempre celebrando su entrega que nos formó comunidad, que nos hace franciscanos y sobre todo cristianos comprometidos con la educación de niños, jóvenes y adultos.
La Madre Fundadora es un ejemplo de elección de vida, de un proyecto de vida sentido con libertad. En ella debemos vernos reflejados y comprometidos en estos 200 años de historia ( o 201 para los entrerrianos) pues nuestro caminar hace huellas para quienes seguirán forjando este hermoso país que es nuestra patria.
María de Jesús Crucificado Petkovic había dicho a las hermanas de la congregación: "Cuando esté próxima a volver al Padre no lloréis y no os confundáis, sino, queridas hijas, rezad por mi pobre alma"
Por eso en este 9 de Julio tan caro a los sentimientos de los argentinos, recordamos también el paso a la inmortalidad de nuestra Beata María y cabe una pregunta para la reflexión personal.
¿Cuál es nuestra vocación como discípulos de esta Congregación?
"SER HIJOS DE LA MISERICORDIA", es el mayor sentido que podemos darle a nuestra vocación.
Mirar la vida de aquella niña sencilla, nacida en una pequeña ciudad europea, entregada al mundo en nombre de Dios, nos permitirá ser humildes pero trabajar con fuerza, con constancia en la prédica del bien y el logro de la paz personal, legados de San Francisco, aceptando la voluntad de Dios sin dar un paso atrás, fortalecidos en su Divina Presencia.
Tal vez nuestros ojos humanos no alcancen a dimensionar la importancia de la obra de María Petkovic, pero solamente con la guía de Dios se puede llegar tan lejos con este TESTIMONIO DE AMOR.
La Madre Fundadora es un ejemplo de elección de vida, de un proyecto de vida sentido con libertad. En ella debemos vernos reflejados y comprometidos en estos 200 años de historia ( o 201 para los entrerrianos) pues nuestro caminar hace huellas para quienes seguirán forjando este hermoso país que es nuestra patria.
María de Jesús Crucificado Petkovic había dicho a las hermanas de la congregación: "Cuando esté próxima a volver al Padre no lloréis y no os confundáis, sino, queridas hijas, rezad por mi pobre alma"
Por eso en este 9 de Julio tan caro a los sentimientos de los argentinos, recordamos también el paso a la inmortalidad de nuestra Beata María y cabe una pregunta para la reflexión personal.
¿Cuál es nuestra vocación como discípulos de esta Congregación?
"SER HIJOS DE LA MISERICORDIA", es el mayor sentido que podemos darle a nuestra vocación.
Mirar la vida de aquella niña sencilla, nacida en una pequeña ciudad europea, entregada al mundo en nombre de Dios, nos permitirá ser humildes pero trabajar con fuerza, con constancia en la prédica del bien y el logro de la paz personal, legados de San Francisco, aceptando la voluntad de Dios sin dar un paso atrás, fortalecidos en su Divina Presencia.
Tal vez nuestros ojos humanos no alcancen a dimensionar la importancia de la obra de María Petkovic, pero solamente con la guía de Dios se puede llegar tan lejos con este TESTIMONIO DE AMOR.
9/7/16