domingo, 11 de abril de 2010

Levamen




Rozando el agua va la gaviota,
soñando un mundo.
Volando bajo, sin miedo
al choque contra la roca.
¿Sabes por qué?
Porque se siente libre,
al volar, al sentir, al querer, al mirar.
Rozando el agua va la gaviota,
soñando un mundo.
El acantilado estaba allí,
imponente...
Fuerte el golpe
en un cuerpo débil, suave
la vertiginosa caida...
hasta el mar.
Feliz vuelo el de hoy
hasta la eternidad.
Vivió sin miedo al miedo,
murió sin llorar.

Lourdes Fernández.